El invento colombiano capaz de medir gases del suelo
Daniel Mauricio Pineda es estudiante de la Maestría en Ciencias-Físicas de la Universidad Nacional, en Medellín, y creó un aparato para medir los gases del suelo. Senose, como fue denominado su invento, tiene seis sensores controlados por un microchip para calcular los datos que posteriormente irán a parar a un software.
El aparato funciona en un recipiente de 15 centímetros de largo, 10 de ancho y cinco de profundidad, y hace las veces de una nariz electrónica. Pues mide la acumulación de gases en la tierra y cuál ha sido la variación en su producción. Esto, luego de introducir una muestra de tierra en el recipiente. Como si pudiera olerlos, Senose capta qué tanto CO2 se ha producido en los suelos tropicales.
“La aplicación del método es válida en la agricultura porque el uso excesivo de fertilizantes aumenta la producción de este gas, por lo que, incluso, el sistema podría servir como herramienta de control y manejo de suelos”, dijo Pineda en un comunicado de la U. Nacional.
Por ejemplo, en áreas boscosas donde la mano humana no ha dejado rastro. “En Colombia se hacen estudios en zonas donde hubo conflicto, que habían sido inexploradas y que son de interés para evaluar procesos ambientales”.
El dispositivo, que tiene un costo de 45 dólares, se conecta a la energía para funcionar y consume solo cinco voltios. Aunque, también, podría trabajar con baterías para transportarlo a zonas rurales y enviar datos desde allí a través de internet.
La primera prueba buscó comparar la producción de gases en Colombia y Ecuador durante 24 horas. Donde se demostró que el suelo nacional produjo más gases que el país vecino. Pues en Apartadó, en la subregión antioqueña de Urabá, la producción de metano, hidrógeno y CO2 aumentó en el suelo colombiano al cabo de seis horas. Mientras que, en el Valle de Salinas, en Ecuador, el incremento de gases se dio luego de 10 horas.
Ahora Pineda, en alianza con la Universidad Autónoma de México, busca si Senose podría funcionar en sistemas de producción bovina para analizar impactos ambientales. “Como consecuencia de la alimentación con el pasto y la actividad microbiológica en su estómago, el ganado es uno de los mayores productores de gases de efecto invernadero, concluyó el comunicado de la universidad.
Tomado de el Espectador
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