La medición del ruido

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La medición del ruido

El ambiente ruidoso de las ciudades suele estar producido por varias fuentes de emisión tanto de origen tecnológico como de hábitos y comportamientos humanos. El transporte de coches, la maquinaria de obras públicas, la aglomeración de personas, los centros comerciales, etc. son el origen de algunos de los ruidos en la ciudad.

El nivel de sonido o ruido se puede medir con distintos equipos que miden niveles de presión sonora, es decir, la variación de presión que se produce en un punto determinado cuando se está propagando una onda sonora. La unidad con la que se expresa esta magnitud es el decibelio (dB) y el equipo de medida más utilizado es el sonómetro, diseñado para responder al sonido de la misma manera que lo hace el oído humano.

El oído humano no presenta igual sensibilidad para todas las frecuencias audibles, sino que sonidos de diferentes frecuencias pero de igual nivel de presión sonora, provocan sensaciones distintas. Por eso, en los equipos de medida se introdujeron las curvas de ponderación, siendo la más empleada la “A” (dBA). Los valores de la escala de decibelios A van desde 0 dBA, que es el valor mínimo que las personas son capaces de oír, hasta 120 ó 140 dBA, que corresponden a los umbrales de dolor y de daños en el órgano de la audición. El límite de tolerancia o aceptabilidad del nivel de ruido ambiental es de 65 dBA

La unidad de medida utilizada para los niveles sonoros ambientales es el “Nivel Sonoro Continuo Equivalente” (Leq), que tiene en cuenta la variación del ruido en un período de tiempo determinado, dando un dato representativo de dicho período.



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