¿Qué es la degradación del suelo?
La degradación del suelo es un fenómeno por el cual el suelo de un determinado lugar pierde algunas de sus propiedades más importantes, lo que se traduce en una disminución de su capacidad para brindar servicios ecosistémicos y otro tipo de servicios. Antes de meternos en profundidad en este proceso, es recomendable hacer un repaso de qué es el suelo.
El suelo es la primera capa que nos encontramos en la superficie terrestre. Se divide en capas llamadas horizontes, siendo el primero de ellos una capa rica en materia orgánica, la segunda una capa caracterizada por los lixiviados caen, y una tercera en transición hacia la roca madre. Los suelos son estructuras dinámicas que están en constante formación y degradación.
Aunque es una capa extremadamente delgada en términos geológicos, el suelo tiene una gran importancia para la vida, ya que es donde se asientan una gran parte de las especies vegetales, se dan la mayoría de procesos de conversión de materia orgánica en inorgánica y viven multitud de especies animales, hongos y bacterias. Además, los suelos son imprescindibles para la agricultura o la ganadería.
Tipos de degradación del suelo
- Erosión: la erosión de los suelos se produce siempre de forma natural, debido a distintos factores como el agua o el viento. Hablamos de un problema de erosión cuando ésta es más intensa de lo habitual. En este caso, la capa superior del suelo, la más importante para la vida, se ve muy disminuida o desaparece totalmente.
- Salinización: se da especialmente en zonas de costa. Ocurre cuando se sobreexplotan las aguas dulces subterráneas cercanas al mar. Cuando desaparece esta corriente, el mar percola hacia tierra, bañándola con agua salada.
- Contaminación: en la contaminación introducimos algún elemento externo al ecosistema que además resulta perjudicial para el equilibrio ecológico. No sólo puede producirse por residuos sólidos o vertidos de aguas contaminadas, sino también por lluvias que arrastran elementos dañinos.
- Sequías: especialmente bajo la óptica del cambio climático. Los suelos necesitan una cierta proporción de agua para poder seguir albergando vida. Cuando se producen sequías se pierde una gran parte de las especies que viven allí.
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